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LA JOYA DE LA CORONA. LA FLAUTA CLÁSICA EN CONCIERTO

 

 

La flauta travesera ha sido, durante todo el siglo XVIII, un instrumento muy apreciado en la nobleza europea. Durante el Clasicismo, las mejoras en la construcción del instrumento van dirigidas a extender la tesitura del instrumento hacia el agudo y facilitar la obtención de ciertas alteraciones mediante la adición de llaves. Entre 1726 y 1847 aparecieron gran cantidad de mejoras y de nuevos mecanismos, ya que la flauta necesitaba tocar partituras cada vez más cromáticas y cada vez con más volumen, debido al aumento de componentes de la orquesta.


En el programa que presentamos hemos incluido algunos de los cuartetos más representativos para este instrumento, de la mano de dos grandes compositores que suponen el exponente del Clasicismo: Mozart y Haydn.


Joseph Haydn pasa la mayor parte de su vida en la corte de los Esterházy, una importante familia noble húngara de mecenas y amantes de las artes, donde tuvo una extensiva producción musical en todos los géneros. La flauta travesera está siempre presente en toda su producción sinfónica (con un total de 100 sinfonías).


Los cuartetos para flauta, violín, viola y violonchelo op. 5, publicados entre 1.767 y 1768 en Amsterdam, son un ejemplo más de la maestría y la inventiva del compositor.
Los seis cuartetos que forman esta colección siguen la estructura clásica en cuatro movimientos, como la gran mayoría de sus cuartetos de cuerdas y sinfonías, géneros de los que la historia lo considera el padre en sus formas definitivas.


Wolfgang Amadeus Mozart pasa unos meses en Mannheim entre 1777 y 1778 donde un cirujano holandés y flautista amateur, llamado Ferdinand De Jean, le encargó tres conciertos y dos cuartetos para flauta, acordando la importante suma de 200 florines por el trabajo (que finalmente se convirtieron en sólo 96, ya que Mozart, distraído por otras composiciones, se demoró y no cumplió con los términos del acuerdo).


La composición del Cuarteto para flauta en Do Mayor se debería situar en el mismo periodo del cuarteto en Sol Mayor, es decir, a principios de 1778. Comienza con un Allegro en forma sonata, pero con el añadido de un tercer tema durante el desarrollo. Por otra parte, en la reexposición, el segundo tema aparece sorprendentemente desarrollado. El segundo y último movimiento es un tema con variaciones, en el que estas son protagonizadas por los cuatro instrumentos alternadamente. Mozart utiliza el segundo movimiento del cuarteto K.285b a la serenata K.361, conocida como "Gran Partita".

La joya de la corona.jpeg
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